Será el jueves 24 de Abril en la sala El Sol de Madrid.
Además, después del concierto, sesión estelar a los platos con los ilustrísimos de la radiodifusión nacional Luis de Benito (Islas de Robinson Radio-3), Samuel Rodríquez (Del cero al infinito) y los chicos de Grand Prix
Las entradas ya estan a la venta en la misma tienda: Plaza Guardias de Cops, 1; en La Vía Lactea: C/ Velarde, 18 y en Delover Bar: C/ Palafox, 8.
Eilen Jewell es una pizpireta norteamericana -concretamente de Boise en el estado de Idaho- de 27 años que ha publicado bajo su nombre dos extraordinarios trabajos que se balancean entre el country, el folk, el rock’n’roll y el swing con aderezos y pinceladas jazzys, bien aferrados a la tradición pero sin menospreciar lo que exponen en la actualidad bandas y solistas contemporáneos.
Su amor por la música se remonta a un viaje de 1.500 millas desde Alaska hasta Idaho en el Volvo de su padre, en el trayecto Mr Jewell puso un cinta de cassette con una sonata para piano de Veethoven, y Eilen quedó fascinada, pidiéndole a sus padres que le dejaran recibir clases de piano, solo tenía 7 años.
Con 14 blandió su primera guitarra, en la que versionaba, entre otros, al Dylan de “Bringing It All Back Home” y a Howlin’ Wolf que sirvieron de puente para posteriormente decantarse por la suavidad en las formas de Bessie Smith y Billie Holiday.
Con 19 años ya se fogueaba en pequeños clubs de Santa Fe y posteriormente viajó a Los Angeles donde se integró en el circuito de Venice Beach.
En enero de 2003 puso rumbo a Nueva Inglaterra donde pasó una breve temporada en Berkshire Mountain y puso su talento al servicio del Helsinki Club y a finales de ese mismo año se mudó ¿definitivamente? a Boston viendo que en esa ciudad se estaba cocinando algo grande y cercano a sus espectativas.
2005 comenzó para Eilen con una actuación fija los sábados noche en el Tír na nÓg Pub de Somerville con la que ya se empezó a labrar un nombre en la escena folk de Massachusetts y consolidando cada noche más su sonido a la vez que solidificó el status de banda que ella en concierto quería transmitir.
Su primer largo “Boundary Country” fue autopublicado por ella misma en el año 2005 y grabado en un establo del siglo XIX rehabilitado en estudio de grabación. Para las sesiones reclutó a: Jason Beek a la batería, Daniel Kellar al violín, Jerry Miller a la guitarra y John Sciascia al contrabajo, con los que sigue trabajando en directo.
Su amor por la música se remonta a un viaje de 1.500 millas desde Alaska hasta Idaho en el Volvo de su padre, en el trayecto Mr Jewell puso un cinta de cassette con una sonata para piano de Veethoven, y Eilen quedó fascinada, pidiéndole a sus padres que le dejaran recibir clases de piano, solo tenía 7 años.Con 14 blandió su primera guitarra, en la que versionaba, entre otros, al Dylan de “Bringing It All Back Home” y a Howlin’ Wolf que sirvieron de puente para posteriormente decantarse por la suavidad en las formas de Bessie Smith y Billie Holiday.
Con 19 años ya se fogueaba en pequeños clubs de Santa Fe y posteriormente viajó a Los Angeles donde se integró en el circuito de Venice Beach.
En enero de 2003 puso rumbo a Nueva Inglaterra donde pasó una breve temporada en Berkshire Mountain y puso su talento al servicio del Helsinki Club y a finales de ese mismo año se mudó ¿definitivamente? a Boston viendo que en esa ciudad se estaba cocinando algo grande y cercano a sus espectativas.
2005 comenzó para Eilen con una actuación fija los sábados noche en el Tír na nÓg Pub de Somerville con la que ya se empezó a labrar un nombre en la escena folk de Massachusetts y consolidando cada noche más su sonido a la vez que solidificó el status de banda que ella en concierto quería transmitir.
Su primer largo “Boundary Country” fue autopublicado por ella misma en el año 2005 y grabado en un establo del siglo XIX rehabilitado en estudio de grabación. Para las sesiones reclutó a: Jason Beek a la batería, Daniel Kellar al violín, Jerry Miller a la guitarra y John Sciascia al contrabajo, con los que sigue trabajando en directo.
Este debut corrió como la polvora por diversos clubs, emisoras de radio y prensa especializada de Boston, la reacción no se hizo esperar y en poco tiempo fue comparada con divas de la canción norteaméricana como Lucinda Williams, Gillian Welch o June Carter Cash (y no les falta razón aunque a nosotros nos gusta más ponerle a la vera de nuestra amiga Holly Golighly) que posibilitaron que en su segundo disco “Letters From Sinners a
nd Strangers” (Signature Sounds-2007) no tuviera que aflojarse el bolsillo y pudiera distribuirse a nivel nacional.
Este segundo round se grabó en Connecticut en una semana y alcanzó el Top 10 en el Americana weekly radio chart y se ha colado en numerosas listas de lo mejor del 2007, tanto en Norteamérica como en Europa.
Ambos discos no distan en exceso entre sí -estilísticamente hablando-, se trata de dos puñados de hermosísimas root songs en las que la sugerente voz de Jewell impregna de clasicismo y atemporalidad las partituras que ella misma escribe (salvo puntuales excepciones en las que se acerca al universo -en forma de versión- de Bob Dylan o Eric Andersen) y que hablan de (des)amor y otras “tragedias” personales, una voz cálida que sabe sonar clásica y actual al unísono y que tiene la rara habilidad de hecernos creer todo lo que nos esta susurrando.
Su timbre tiene una afinidad clara con el de la citada Lucinda Williams pero con un pellizco más de dulzura lo que hace que el melodrama que expresa Eilen en sus canciones adquira un calado (por momentos) superior al de la autora de “Car Wheels on the Gravel Road”.
En estos momentos Eilen Jewell se encuentra en plena gira americana y ha compartido tarima con músicos de la entidad de Loretta Lynn, Chuck Prophet, Steve Forbert, The hacienda Brothres, Tom Russell, Fred Eaglesmith o (como no podía ser de otra manera) Holly Golightly.
nd Strangers” (Signature Sounds-2007) no tuviera que aflojarse el bolsillo y pudiera distribuirse a nivel nacional.Este segundo round se grabó en Connecticut en una semana y alcanzó el Top 10 en el Americana weekly radio chart y se ha colado en numerosas listas de lo mejor del 2007, tanto en Norteamérica como en Europa.
Ambos discos no distan en exceso entre sí -estilísticamente hablando-, se trata de dos puñados de hermosísimas root songs en las que la sugerente voz de Jewell impregna de clasicismo y atemporalidad las partituras que ella misma escribe (salvo puntuales excepciones en las que se acerca al universo -en forma de versión- de Bob Dylan o Eric Andersen) y que hablan de (des)amor y otras “tragedias” personales, una voz cálida que sabe sonar clásica y actual al unísono y que tiene la rara habilidad de hecernos creer todo lo que nos esta susurrando.
Su timbre tiene una afinidad clara con el de la citada Lucinda Williams pero con un pellizco más de dulzura lo que hace que el melodrama que expresa Eilen en sus canciones adquira un calado (por momentos) superior al de la autora de “Car Wheels on the Gravel Road”.
En estos momentos Eilen Jewell se encuentra en plena gira americana y ha compartido tarima con músicos de la entidad de Loretta Lynn, Chuck Prophet, Steve Forbert, The hacienda Brothres, Tom Russell, Fred Eaglesmith o (como no podía ser de otra manera) Holly Golightly.
Visitará nuestro país en una sola fecha (confirmada otra en el Waiting for Waits de Mallorca), será el próximo 24 de Abril en la Sala El Sol de Madrid, y seguro que terminaremos con las manos doloridas de tanto aplaudir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario