Varios amigos y yo hemos coincidido en que discos como este "Tell me" no se facturan todos lo días (yo añado todos los años), es sencillamente sensacional. Tiene todos lo atributos que le reclamamos a un trabajo musical de estas características: fuerza melódica, sensibilidad, garra, ritmo, intensidad, brillo........ incluso desprende una pátina de glamour y se(x)nsualidad severas.
Estamos ante un álbum, el primero en largo de esta banda afincada en el estado de Illinois (viene precedido de un EP de ocho canciones más rudo y menos soul pero igual de impactante) que es desde este instante uno de los favoritos -en años- de un servidor y de este humilde programa de radio. Todo está perfectamente ensamblado en esta obra mayor dentro del soul blanco (aunque no lo parezca) y de la música sureña escorada más a los ritmos negros. Una nueva muesca en el cinturón de este magniífico sello de Indiana que es Secretly Canadian.
Escuchas sus cuatro primeras canciones y crees que estás en otro tiempo y en otro lugar. Sí en ese en el que te gustaría que estuvieran contigo el Rod Stewart de los Faces, el Van Morrison de los 70's, los primeros Black Crowes, Joe Tex, Otis Redding, Wilson Pickett y demás adalides del soul de garganta áspera y sudor perenne.
Y es que la voz de George Hunter -blanquito y afincado en Chicago- es de esas que tienen entidad propia y una personalidad inquebrantable, con ella y a base de dulce aspereza desgrana todo un arsenal de sensaciones, todas relacionadas con mantenerte vivo. Porque este es un álbum vital, unas veces más optimista: con esas cuatro primeras cimas de orgiástico soul-rock sureño a escalar, con la adrenalítica "Another late night" o con el derroche de entusiasmo que es "Let it go"; y otras más arrullador: como en "Down by your fire" (¡¡Ójala lo nuevo de Harlan T Bobo suene así por Dios!!), "If I was right" (o como el legado de Van Morrison sigue consiguiendo estremecernos) o la postrera "This time" en la que ves a Otis Redding resucitado y observando que tu corazón se ha reducido al tamaño de un dedal.
Curioso es comprobar que siendo un trabajo rotundo en su argumentación instrumental, el peso de las harmonías lo lleven sobre todo las guitarras acusticas y unas percusiones que suenan acolchadas, como forradas por la voz de Hunter que siempre está en primer plano, viéndose realzada (la voz y las canciones) por puntuales arreglos de viento que hacen que este disco tenga unos efectos emocionalmente cardinales.
Si nos fijamos en las bandas con las que han tenido la gloria de actuar los "barbos" (ver su myspace) de Chicago, vemos que la CALIDAD es el denominador común de muchas de ellas.............es el denominador común que engloba a Catfish haven.
Un disco sencillamente inabarcable.
Pd. Escúchese a un volumen generoso en decibelios.
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