Para muchos (los más acomodaticios) la década de los ochenta fue ese periodo en el que la inspiración en la música murió para resucitar en los noventa.
Obviamente nosostros no estamos de acuerdo con esa corriente de pensamiento, de hecho, os instamos a que hagáis vuestra particular lista de grandes bandas que editaron discos (o estuvieron en activo) en esos años, veréis como es mucho más larga de lo que en un principio habíais imaginado.
Y es curioso porque al combo que nos ocupa nunca se le ha catalogado como una formación ochentera; y eso que se formaron en 1984 y publicaron algunos singles y tres LPs en ese decenio. Será por este motivo por el que tampoco se les ha hecho orbitar alrededor del californiano movimiento del Paisley Underground, siendo el sonido de esos tres primeros discos a todas luces equivalente al de Dream Syndicate, True West, Rain Parade, Three O’clock o Long Ryders, e incluso al de bandas contemporáneas suyas fuera de ese área de influencia como: Eleventh Dream Day, Sonic Youth o Galaxie 500 que también produjeron grandes discos en los ochenta. Suponemos que será el precio que hay que pagar por hacerse "famoso" en tiempos en que el indie era la salsa que condimentaba los platos más jugosos.
Pero vayamos al grano y centrémonos en sus dos últimos trabajos de esa década: "New Wave Hot Dogs" y "President Yo La Tengo", ambos publicados por el sello Coyote en 1987 y 1989 respectivamente y en los que los de Hoboken estaban constituidos (tras la marcha de Dave Schramm) por el matrimonio formado por Georgia Hubley e Ira Kaplan y el bajista Stephen Wichnewsky que sustituía al ex DMZ y A-Bones Mike Lewis.
Las sonoridades de ambos trabajos son similares conceptual y sónicamente, quizá "President Yo La Tengo" sea un poco (muy poco) más áspero y experimental , pero en los dos las filias musicales de la pareja estan más que marcadas, con The Velvet Underground (de los que versionan la demo "It’s All Right (The Way That You Live)" en New Wave Hot Dogs), Neil Young, Bob Dylan y Sonic Youth como referentes sonoros fundamentales.
Hablamos de canciones que basculan entre el folk-rok cristalino, el rock con víscera o el indie en pañales y en las que Kaplan ya deja entrever su gran carisma como compositor y vocalista en números con un elevadísmo nivel melódico y una capacidad emocional y de síntesis muy por encima de la media.
Con estos dos lanzamientos los New Jersey comenzaron ya a cimentar una sólida reputación entre los plumillas musicales de la Gran Manzana, y eso que como marca la ecuación más veces de las deseadas, la incógnita de la calidad no se despeja con un buen resultado en ventas.
Dos discos que pasan de puntillas para la mayoría de los fans de Yo La Tengo, pero que sirvieron para cimentar y dar lustre a una de las carreras más sólidas dentro de la independencia norteamericana de los últimos 30 años.
Sus highlits:
NEW WAVE HOT DOGS
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“Clunk”: Corte que abre el álbum, en algún lugar entre Dream Syndicate y los primeros Church.
• “Did I Tell You”: Original que luego revisitarían en su referencial "Fakebook", David Roback meets Dean Wareham.
• “Lewis”: La más pop del lote, trotona y con unas guitarras que son y serán marca de la casa.
• “3 Blocks From Groove Street”: Sabios a la hora de manejar varios estilos, aquí folkrockean como nadie, como cuando a Robyn Hitchcock le da por coger la de doce cuerdas.
• “A Shy Dog”: Vuelve a estar presente la alargada sombra de Steve Wynn en una de los mejores cortes del álbum.
PRESIDENT YO LA TENGO
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“Drug Test”: Como sacada del
“Ghost Stories” del “sindicato del sueño”, guitarras que arañan y el cuerpo en alerta, una autentica maravilla de canción.
• “The Evil That Me Do”: Instrumental a medio camino entre el surf, la banda sonora de serie B y Mancini, ..... más que disfrutable.
• “Orange Song”: Cruce perfecto entre los primeros Eleventh Dream Day y el “Fire Of Love” de The Gun Club, bruta es poco.
• “Alyda”: Una de las canciones más bonitas escritas por el tandem Hubley/ Kaplan, sobre un armazón folk-pop, la voz de Hubley susurra y la de Kaplan embelesa.
• “I Threw It All Away”: Vuelve a aparecer la alargada sombra de Lou Reed, como sacada del "Coney Islan, Baby" en esta recreación de uno de los clásicos de Dylan, palabras mayores.
Nota: En el año 1996, el sello neoyorquino Matador publicó en formato dos en uno y en digipack ambos discos más la cara A de su segundo sencillo: "The Asparagus Song", producido por Chris Stamey y también editado originalmente por Coyote en 1987.