Mi primera visita a la "Capital del Mundo" y ya tengo entradas para dos conciertos de interprete y banda que son muy del agrado de los que hacemos Grand Prix y este blog (las cosas de tener amistades allende los mares). Pero antes de centrarnos en lo que fueron las actuaciones en sí, algunos detalles que me llamaron la atención.
1ª LAS SALAS, pues eso que eran salas para la realización de eventos en directo casi exclusivamente (el Webster Hall con capacidad para unas 700/750 personas y el Bowery Ballroom para unas 300/350), y eso se notó en el sonido y en la comodidad a la hora de poder ver los conciertos ya que no estaban a rebosar pero el espacio era el adecuado.
2º EL PUBLICO, en el conciero de Ben Kweller, mayoritariamente femenino y joven, muy joven, pude ver hasta un par de cavales de 12/13 años pululando por la platea, incluso a chicas acompañadas de sus padres. También pude observar que en EE.UU. mucha gente va a ver las actuaciones solos, sin amigo, pareja o acompañante alguno.
3ª TELONEROS, en los dos sets hubo teloneros de altura (por lo menos para el que esto escribe), en el de Ben kweller fue Sam Roberts, un músico canadiense que se defendía bastante bien en el rock de raices y de corte clásico, como un Ryan Adams sin tanto boato (y sin tanta calidad todo hay que decirlo), por momentos sonaba a los Faces o a los Stones de los setenta y por otro a bandas un poco más progresivas de esa década, buenas melodías, gran actitud y muy buen sonido. Me gusto y me compré uno de los tres discos que ha publicado en el stand de merchandising, sonará en Grand Prix.
El secundario del concierto de Mojave 3 es un viejo conocido de la afición española, se trata del baterista de los (de momento) disueltos The Jayhawks Tim O'Reagan, que presentó las canciones del album en solitario que acaba de publicar "Tim O'Reagan". Canciones con un regusto a la banda que le ha dado cierta popularidad y de la que interpretó un "Tampa to Tulsa" casi calcado al publicado en "Rainy day music" de los de Minneapolis. Con una banda solvente fue desgranando su cancionero en solitario blandiendo en casi toda la actuación la guitara acústica y haciendo alarde de una gran voz. Agradable preámbulo para lo que veríamos después.
Después de hechas estas consideraciones pasamos a detallar lo que dieron de sí las actuaciones de Ben Kweller y Mojave 3.
BEN KWELLER.
Ataviado con chaqueta de pana y vaqueros super estrechos y ajustados para solaz de las muchas jovencitas que asistieron al evento y con una melena mas larga de lo recomendable comenzó fuerte el set con “Run” de su reciente lanzamiento “Ben Kweller” que sonó a las mil maravillas y en el que centró la actuación junto con las canciones de “Sha Sha”. Hubo momentos de auténtica intensidad como las melancólicas “Thirteen”, “In other words” o “Falling” con Kweller al piano y con anécdota incluida, ya que un pelo de la greña se le metió en la boca a media canción y no pudo seguir con esta última hasta el final, con la consiguiente algarabía entre las fans. Aunque yo me quedo con los ramalazos guitarreros de “My apartment”, “Penny on the train back” o con el maravilloso y apoteósico cierre de concierto interpretando su mayor hit “Wasted and ready” con el público ya rendido a sus pies. Pero para mi el momento con M de la noche fue la interpretación con guitarra acústica y a solas en el escenario de “Commerce, TX”, secillamente brutal, vamos con los pelos como escarpias toda la copla que estuvo uno.
En definitiva un robusto concierto de pop americano.
MOJAVE 3.
Bonito detalle ver a Neil Halstead colocando las camisetas del puesto de venta nada más entrar al Bowery Ballroom. La hora de comienzo para Mojave 3 estaba prevista para las diez más o menos, pero no salieron a las tablas hasta casi las once, bueno no pasa nada unas cuantas Brooklyn Ale hacen más agrab¡dable la espera. Una vez en escena echo en falta la presencia femenina (Rachel Goswell) de la banda y me vengo un poquitín abajo ya que no podré escuchar esa delicia que es "Bringing me home” de “Excuses for travellers”. Fue sustituida por una amiga de la banda que hizo coros en algunos pasajes del directo y que tenía más pose que aptitud.
Comenzarón con “Kill the lights” de su maravilloso nuevo album “Puzzles like you” que no sonó del todo bien, faltaba algo de acoplamiento que se solventó poco después. Este fue el disco que mandó en el concierto intercalandose canciones de “Out of tune” y “Excuses for travellers” apenas un par de guiños a “Spoon and rafter” como “Starlite # 1” que fue de lo mejor que ha visto uno en directo este año. Los momentos más emotivos de la noche (que hubo un buen montón de ellos) fueron para “Give what you take” (tremenda) y “Trying to reach you” que incluso sin el banjo sonó celestial. Eché en falta “Return to sender” y “Everyday will be fine” pero sin embargo pude escuchar gemas como “Some kinda angel”, “In love with a view” o “Big star baby”. Anécdotas también hubo, ya que en mitad de “Ghostship waiting” Neil Halstead rompió una cuerda de su Gibson y entre risas no pudo terminar de interpretarla. Fue otro momento entrañable dentro de una velada que ya de por sí lo era.
Por cierto a la salida volví a ver al bueno de Neil en el puesto de camisetas. ¿Será que quiere controlar todos los aspectos del negocio? Se lo preguntaré cuando nos hagan una visita a Madrid.
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