
La que nos ocupa es un cuarteto que tiene residencia habitual en Vancouver y se dedican en un 50% a revisitar los argumentos de su compatriota Neil Young con sus “caballos locos” , el otro cincuenta les relaciona con bandas más inclinadas al indie de los noventa. A mi particularmente me recuerda mucho en la manera de cantar a Lou Barlow (osea a Sebadoh) y al ¿ex? Mudhoney Steve Turner.
“Ladyhawk” comienza un tanto perezoso, pero cuando el reproductor marca el track 2: “The dugout” (una de las mejores canciones que ha escuchado un servidor en mucho tiempo) tus ojos se abren, tu pupila se dilata y tu cuerpo se mueve y llora a la vez, algo más de cinco minutos de

Un total de diez muescas en el cinturón del nuevo rock canadiense que nos presentan a una banda tocada por la barita mágica de la atemporalidad.
Nota: Con la escucha de este inmejorable debut, he recordado que tengo un disco de una banda neoyorquina llamada Love as Laughter titulado "Laughter's fifht", que utiliza los mismos patrones que ladyhawk, también altamente recomendable.
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