El pasado 2007 Eilen Jewell nos encandiló con su música, su voz, sus historias y sobre todo con la suma de todo ello, es decir con sus canciones en el extraordinario "Letters From Sinners and Strangers".
Este año parece que los que van a encoger un poco más nuestro melómano corazón son (la guapísima) Brandy Zdan y Dave Quanbury, que aunque quizás se acercan más al formato de duo y a las maneras en la producción (cercanas a las de T Bone Burnett) que han protagonizado recientemente -y para solaz de nuestros oidos- Robert Plant y Alison Krauss, guardan en sus composiciones grandes similitudes con la pizpireta rubia de Cambridge (Massachusetts).
Brandy y Dave se conocieron en 2002 en el Trout Forest Music Festival de Ontario; son de Winnipeg (Canadá) y se hacen llamar Twilight Hotel. Tienen varios discos publicados por separado firmados con sus respectivos nombres y dos en el haber de este "Hotel del crepúsculo". El primero firmado "a pachas" titulado "Bethune" (2006) ya estuvo nominado un año después de su edición a los American Independent Music Awards y cosechó excelentes críticas tanto en los Estados Unidos como en su país de origen.
Con "Highway Prayer" vuelven a hacerlo y graban un ramillete de canciones mecidas por los vientos del desierto de Mojave o Joshue Tree y empapadas del mismo licor que engullen grandes damas de la canción norteamericana (sobre todo cuando canta Brandy) como Lucinda Williams, Gillian Welch, Patty Griffin, Jollie Holland o la propia Jewell.
Como en al caso de Plant y Krauss, las de Twilight Hotel son piezas con un fuerte poder evocador y una belleza excitante aunque un tanto menos espectrales y algo más tradicionales que las de la "extraña pareja", con gran profusión de arreglos en la mejor tradición de la canción country y el folk (acordeones, guitarras añejas, violines, escobillas, slides...) "Highway Prayer" es la expresión del buen gusto y de la delicadeza.
El disco se grabó el pasado año en Nashville con músicos que han trabajado a las órdenes de titanes de la entidad de Johnny Cash, The Band, Janis Joplin o Tom Waits y producido por el veterano Colin Linden, asi que haceros una idea del sonido del mismo.
Con una importante trabajo de carretera a sus espaldas (más de 200 conciertos en menos de año y medio por EE.UU y Canadá y con la agenda repleta en el primer semestre de 2008) esta dupla saca partido de lo ejecutado sobre las tablas y lo plasman de manera exquisita en el estudio regalándonos uno de los trabajos de raices más disfrutables de este 2008 que acaba de comenzar.
Este año parece que los que van a encoger un poco más nuestro melómano corazón son (la guapísima) Brandy Zdan y Dave Quanbury, que aunque quizás se acercan más al formato de duo y a las maneras en la producción (cercanas a las de T Bone Burnett) que han protagonizado recientemente -y para solaz de nuestros oidos- Robert Plant y Alison Krauss, guardan en sus composiciones grandes similitudes con la pizpireta rubia de Cambridge (Massachusetts).
Brandy y Dave se conocieron en 2002 en el Trout Forest Music Festival de Ontario; son de Winnipeg (Canadá) y se hacen llamar Twilight Hotel. Tienen varios discos publicados por separado firmados con sus respectivos nombres y dos en el haber de este "Hotel del crepúsculo". El primero firmado "a pachas" titulado "Bethune" (2006) ya estuvo nominado un año después de su edición a los American Independent Music Awards y cosechó excelentes críticas tanto en los Estados Unidos como en su país de origen.
Con "Highway Prayer" vuelven a hacerlo y graban un ramillete de canciones mecidas por los vientos del desierto de Mojave o Joshue Tree y empapadas del mismo licor que engullen grandes damas de la canción norteamericana (sobre todo cuando canta Brandy) como Lucinda Williams, Gillian Welch, Patty Griffin, Jollie Holland o la propia Jewell.
Como en al caso de Plant y Krauss, las de Twilight Hotel son piezas con un fuerte poder evocador y una belleza excitante aunque un tanto menos espectrales y algo más tradicionales que las de la "extraña pareja", con gran profusión de arreglos en la mejor tradición de la canción country y el folk (acordeones, guitarras añejas, violines, escobillas, slides...) "Highway Prayer" es la expresión del buen gusto y de la delicadeza.
El disco se grabó el pasado año en Nashville con músicos que han trabajado a las órdenes de titanes de la entidad de Johnny Cash, The Band, Janis Joplin o Tom Waits y producido por el veterano Colin Linden, asi que haceros una idea del sonido del mismo.
Con una importante trabajo de carretera a sus espaldas (más de 200 conciertos en menos de año y medio por EE.UU y Canadá y con la agenda repleta en el primer semestre de 2008) esta dupla saca partido de lo ejecutado sobre las tablas y lo plasman de manera exquisita en el estudio regalándonos uno de los trabajos de raices más disfrutables de este 2008 que acaba de comenzar.
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