Hay discos buenos, raros, flojos, potentes, aburridos, sensacionles, para llorar, para bailar, para practicar sexo, etc.... y luego están los discos como "Westernaire" -el segundo en la trayectoria de este cuarteto de Austin y publicado en 2003- que son fascinantes........como el epicentro de un huracán que no arrasa, sino que te mece a base guitarrazos a la Neil Young y de arpegios de folk polvoriento.
En una primera escucha la alargada sombra del patilludo ex Buffalo Springfield queda más que clara, pero en la segunda me vienen a la mente las texturas de Damien Jurado o los mejores Son Volt y también, en menor medida, la manera de encarar la canción que tiene Anders Parker o incluso el gran Steve Wynn.
Una nueva muestra de que en el país de las barras y estrellas hay talentos escondidos que saben llegar al corazón y a las entrañas de los que estemos dispuestos a investigar en ese basto universo que se llama americana. y que en cada recodo del camino, nos guarda una sorpresa (casi siempre agradable) como la que atesora la banda liderada por el talento de Greg Vanderpool.
Es que con canciones como "Maybe You're Here, Maybe You're Not", "A thousand songs about California" o "This kind of danger" estos tejanos estan "condenados" a jugar en las grandes ligas del rock americano contemporáneo, en esas en las que no hay descensos y la euroliga la juegan My Morning Jacket, Wilco o The Jayhawks.
Once canciones que se instalarán en tu materia gris y no te abandonarán ¡Palabra!
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