Cuatro años llevaba el bueno de Pernice sin desperezar (nunca mejor dicho) a sus "hermanos", y ha sido en este 2010 cuando hemos vuelto a tener noticias -y de las buenas, vamos de las que te alegran las mañanas- de uno de los compositores más lúcidos de los últimos 20 años.
Un disco que se balancea entre el country, el folk-pop y el power-pop más dulce con un sonido y una capacidad melódica extraordinaria, que por momentos nos recuerda al mejor Matthew Sweet, en otros a los Teenage Fanclub del "Grand Prix" e incluso hay cortes con reminiscencias a los propios Scud Mountain Boys.
Un disco que se balancea entre el country, el folk-pop y el power-pop más dulce con un sonido y una capacidad melódica extraordinaria, que por momentos nos recuerda al mejor Matthew Sweet, en otros a los Teenage Fanclub del "Grand Prix" e incluso hay cortes con reminiscencias a los propios Scud Mountain Boys.
Gracias por volver Joe, de corazón.
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