Discos: "That Sea, The Gambler" GREGORY ALAN ISAKOV (Autopublicado-2007)

De vez en cuando, casi sin querer, el a día de hoy inabarcable y turbulento océano de la música popular se apacigua -y en calma- salen a la superficie discos encantadores, equipados con una sensibilidad de otra época y cuya magia (si te pilla con la guardia baja) es capaz de causar una sacudida voltáica de consecuencias fatales para tu vello corporal y tus lagrimales.

Esos atributos y un buen puñado más posee “That Sea, The gambler” tercer largo de Gregory Alan Isakov (sudafricano de nacimiento pero norteamericano de adopción) editado el pasado 2007 en Estados Unidos pero sin distribución -ni edición claro- en nuestro país. Un trabajo dotado de una capacidad extraordinaria para conseguir que lo que parece una simple canción de folk otoñal se convierta en un gran regalo.
Criado en Philadelphia este joven nos entrega 11 canciones que basculan entre lo mejor del “Heartbreaker” de Ryan Adams, el Neal Casal más acústico, el Springsteen de “Nebraska”, los trazos folkies del Elvis Perkins menos inflado de arreglos y el sonido de las brisas de la campiña británica que musitaba Nick Drake o Bern Jansh hace algunas décadas.

Todo ejecutado con mesura y con una delicadeza portentosa que desde ya le coloca a la cabeza de los nuevos trovadores furtivos de un país que, en su propia grandeza, oculta talentos de la talla de Isakov; pero que los advirtió (aleluya) la revista de Colorado Westword nombrándole mejor cantautor folk de 2007.
Un tesoro que el piélago de este 2008, en un momento de relajo, nos ha mostrado y nosotros lo agradecemos y comprendemos de qué materia están hechas las cosas íntimas y delicadas. De la misma que nos permite seguir creyendo que un universo mejor y más bello (el de la música hecha desde el corazón) esta ahí, solo hace falta rascar un poco y lo ves………. lo sientes.