El pasado 3 de noviembre fallecía (a los 91 años en su casa de Bel-Air) Quincy Delight Jones, Jr., Quincy Jones. Para loar su trayectoria profesional, la mayoría de los medios se lanzaron a elogiar sus trabajos a la producción en discos o canciones de, por ejemplo, Ray Charles, Aretha Franklin, Paul Simon, Lesley Gore, Donna Summer y, sobre todo, por ser el responsable del sonido de Thriller de Michael Jackson, el disco más vendido de la historia. Pero el bueno de Jones fue mucho más que un tipo que se ponía "al otro lado del cristal". Él fue algo así como un hombre del renacimiento de la música estadounidense, y más concretamente de la afroamericana, a la que dotó de voz y a la que colocó en un lugar preeminente.
Desde que comenzó en el negocio (a principios de los cincuenta) ya destacó como arreglista, autor, multiinstrumentista, director de orquesta, productor ejecutivo, músico de sesión y como compositor de bandas sonoras para cine y televisión. Fuera de los estudios de grabación, produjo importantes películas, ayudó a crear series de ficción televisiva y escribió varios libros. Un individuo que en su faceta como solista tocó muchos palos, tales como el jazz, el easy listening, el soul, el funk, la library music, el bop, la exotica, el boogaloo, el swing, la música disco, el pop, el sonido blaxploitation, el rock and roll o el rhythm and blues. Y es ese cometido, el de artista en solitario, autor de música para largometrajes o director de orquesta, el que remarcamos en este especial (a modo de homenaje, en formato jukebox y el que cubre la horquilla temporal de 1953 a 1976) dedicado a uno de los MÁS GRANDES, así, en mayúsculas, de la música grabada.
AQUÍ tenéis un breve extracto del contenido de este especial.
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