Y al aftershow del 4 de junio esta invitado el Hotel Arizona acompañando al gran Eduardo Ranedo (Ruta 66), ambos haremos las delicias a los platos de los que os dejéis caer por La Vía Lactea ese jueves.
Este crooner galés de 58 años, multriinstrumentista y compositor, se presenta en concierto por primera vez en España y el pase del dia 4 podrán disfrutarlo de forma gratuita aquellos cien primeros que se hagan con el ticket. En el posterior show de El Sol (dia 6), Watkins estará arropado por la banda de Nick Lowe al completo, con quienes ha grabado su último y maravilloso disco "In A Bad Mood".
Para los que no conozcan las andanzas del bueno de Watkins es necesario comenzar aseverando que en el negocio de la música popular -por desgracia- en más de una ocasión se cumple el refrán que reza: “En el país de los ciegos el tuerto es el rey”.
Ha quedado más que demostrado que individuos con dudoso talento han tenido reconocimiento y (sobre todo) han vendido mucho más que otros a los que se les ha ninguneado siendo poseedores de enormes aptitudes para este invento.
En realidad no sé porqué cuento esto a modo de introducción ya que el personaje que nos ocupa estaría fuera de esos dos arquetipos, de hecho los mira desde cierta distancia y siempre desde un plano superior.
Se trata Geraint Meurig Vaughan Watkins, más conocido como Geraint Watkins, nacido un 5 de febrero de 1951 en la pequeña localidad de Abertridwr, cerca de Caerphilly en Gales. Los inicios musicales de Watkins se remontan a los albores de la década de los setenta formando parte de una banda llamada Red Beans And Rice en Cardiff. Pronto la repercusión de los mismos les hizo moverse a Londres donde poco después de la disolución de “las judías pintas y arroz” el músico que nos ocupa inició su particular peregrinación por los pubs de la capital británica, tanto en solitario como acompañado de bandas, las más destacables: Cable Layers, The Band of Southend's o junto al legendario Micky Jupp fundador años antes de los formidables Legend.
Su primer trabajo en solitario data el año 1979 y vio la luz bajo el título de “Geraint Watkins & The Dominators”, toda una joya semi-oculta del pub-rock’n’roll inglés de finales de los 70.
Su dominio y profesionalidad pronto le permitieron girar y/o colaborar en grabaciones de próceres de la música tanto británica como norteamericana de la talla de: Dr. Feelgood, Rory Gallagher, The Fabulous Thunderbirds, The Blues Band, The Stray Cats, Carl Perkins o Eric Clapton.
Al margen de su labor como journeyman, en los ochenta Watkins fundó un combo llamado The Balham Alligators con los que quiso tender un puente entre Nueva Orleans y los pubs de la “city”. Con los Alligators mantuvo una relación de quince años que dio para un total de cinco discos.
En realidad no sé porqué cuento esto a modo de introducción ya que el personaje que nos ocupa estaría fuera de esos dos arquetipos, de hecho los mira desde cierta distancia y siempre desde un plano superior.
Se trata Geraint Meurig Vaughan Watkins, más conocido como Geraint Watkins, nacido un 5 de febrero de 1951 en la pequeña localidad de Abertridwr, cerca de Caerphilly en Gales. Los inicios musicales de Watkins se remontan a los albores de la década de los setenta formando parte de una banda llamada Red Beans And Rice en Cardiff. Pronto la repercusión de los mismos les hizo moverse a Londres donde poco después de la disolución de “las judías pintas y arroz” el músico que nos ocupa inició su particular peregrinación por los pubs de la capital británica, tanto en solitario como acompañado de bandas, las más destacables: Cable Layers, The Band of Southend's o junto al legendario Micky Jupp fundador años antes de los formidables Legend.
Su primer trabajo en solitario data el año 1979 y vio la luz bajo el título de “Geraint Watkins & The Dominators”, toda una joya semi-oculta del pub-rock’n’roll inglés de finales de los 70.
Su dominio y profesionalidad pronto le permitieron girar y/o colaborar en grabaciones de próceres de la música tanto británica como norteamericana de la talla de: Dr. Feelgood, Rory Gallagher, The Fabulous Thunderbirds, The Blues Band, The Stray Cats, Carl Perkins o Eric Clapton.
Al margen de su labor como journeyman, en los ochenta Watkins fundó un combo llamado The Balham Alligators con los que quiso tender un puente entre Nueva Orleans y los pubs de la “city”. Con los Alligators mantuvo una relación de quince años que dio para un total de cinco discos.
Con la década de los 80 por los tobillos Watkins fue el músico que acariciaba las teclas del piano y el acordeón enrolado en la banda del malogrado y genial Dave Edmunds con el que colaboró en seis grabaciones.
En los últimos años se le ha visto parapetado tras su piano en conciertos y grabaciones para los dos últimos trabajos de Van Morrison, la última entrega de Bill Kirchen (ex Commander Cody and His Lost Planet Airmen) y -sobre todo- junto a Nick Lowe. Suyas son las notas de piano que podemos escuchar en discos como: The Impossible Bird (1994), Dig My Mood (1998), The Convincer (2001), Untouched Takeaway (2004) o At My Age (2007).
Es evidente que la faceta que le roba más tiempo es la de músico de sesión y que se ha prodigado más bien poco en sus aventuras en solitario. Pero eso no quiere decir que la vena creativa del galés esté estrangulada o que segregue pocos leucocitos, todo lo contrario, las composiciones de Watkins respiran el aroma de las obras realizadas con paciencia, con esmero, mimo, pasión y gusto por los detalles, y claro está eso lleva tiempo.
En los últimos años se le ha visto parapetado tras su piano en conciertos y grabaciones para los dos últimos trabajos de Van Morrison, la última entrega de Bill Kirchen (ex Commander Cody and His Lost Planet Airmen) y -sobre todo- junto a Nick Lowe. Suyas son las notas de piano que podemos escuchar en discos como: The Impossible Bird (1994), Dig My Mood (1998), The Convincer (2001), Untouched Takeaway (2004) o At My Age (2007).
Es evidente que la faceta que le roba más tiempo es la de músico de sesión y que se ha prodigado más bien poco en sus aventuras en solitario. Pero eso no quiere decir que la vena creativa del galés esté estrangulada o que segregue pocos leucocitos, todo lo contrario, las composiciones de Watkins respiran el aroma de las obras realizadas con paciencia, con esmero, mimo, pasión y gusto por los detalles, y claro está eso lleva tiempo.
Un número jazzy por aquí, una partitura con aromas soul por allá, una filigrana de regusto country por acullá………….canción a canción te va seduciendo con esa voz de crooner noble ora crepuscular ora almibarado que no has escuchado nunca pero que una vez la descubres te tiene atrapado y hechizado de por vida.
Y es que la de Geraint es música atemporal en la acepción hiperbólica del término, es decir, partituras sacadas de otro tiempo y otro lugar, siempre reconocibles pero nunca comparables a algo que ya hayas paladeado (porque lo que hace el galés se degusta, como los buenos manjares), en definitiva únicas.
Un músico que ha puesto todo lo que tiene al servicio de gigantes como: Mark Knopfler, Paul McCartney, John Martyn o los citados Van Morrison y Nick Lowe, merece por derecho propio no aparecer en el reverso tenebroso del refrán de marras, sino en el olimpo de los grandes creadores
Este es ,a grandes rasgos, el currículum de este tímido cincuentón al que hay que añadirle otros tres discos más en solitario publicados en los años 1998, 2004 y 2008 y que tendremos la ocasión de disfrutar en directo los mencionados 4 y 6 de junio en La Via Lactea y El Sol respectivamente.
Geraint Watkins al piano.
Yo voy.
ResponderEliminarLa llegada de Geraint Watkins es lo mejor que me ha pasado desde que acabe el servicio militar obligatorio.
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