martes, 8 de abril de 2008

Discos: MAGNOLIA ELECTRIC CO. "Fading trails" (Secretly Canadian-2006)

Pocas canciones (9 en este caso) pueden hacer grande un disco, pero en el caso de Jason Molina hacen mayúsculo el legado que nos dejan las dos formaciones que él lidera: Songs Ohia y la que nos ocupa. Porque cada disco del de Chicago es corto en número de exposiciones y largo, muy largo en intensidad emocional.
Muchos le tacharán de ser un creador de canciones a la imagen y semejanza del inabarcable Neil Young, pero. ¿Que hubiera ocurrido si hubiera nacido en 1945? A lo mejor era a la inversa…
Centrándonos en “Fading Trails” (Secretly Canadian-2006), co-producido por el pluriempleado Steve Albini y grabado, entre otros, en los míticos Sun Studios de Memphis (ciudad a la que dedica el corte 6 “Memphis moon”), hemos de hablar de una colección de pedazos del alma rota de un músico que ha tenido por bandera la capitulación y el fracaso, la tristeza y el horror.
Cuenta con colaboradores de lujo como su paisano Andrew Bird (que ya ha trabajado con bandas como Clem Snide) y David Lowery líder de Cracker y Camper Van Beethoveen.
Menos generoso en minutaje (solo una canción sobrepasa los cuatro minutos) que anteriores trabajos, Molina nos entrega un disco precioso e hiriente a la par, con la figura del piano que emerge con fuerza en algunas composiciones “Montgomory”, “The old horizon” o la citada “Memphis moon”, y quizás el más luminoso en años.
Nunca la desesperación, la melancolía y la belleza se fundieron de una manera tan harmoniosa.

Nota. Esta crítica ha sido escrita escuchando el disco en cuestión y con los ojos vidriosos.

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