El objeto a redescubrir en esta ocasión es el segundo album -reeditado en 2001 por el sello Collectors' Choice- de esta banda afincada en Chicago, formada en el año 1983 y que sigue aún en activo. Podríamos haber optado por cualquier otro, pero nos hemos decantado por éste, eligiendolo al azar dentro su excelsa discografía.
Después de más de veinte años de carrera solo han grabado un total de nueve discos, lo que demuestra en primer lugar: lo poco prolíficos que son y en segundo lugar: lo claras que tienen las cosas y la planificación que demuestran en cada uno de sus trabajos.
Es más o menos obvio que no estamos ante una banda excesivamente conocida, pero es que precísamente ese es su mayor aval. Desde el pseudo-anonimato y el underground ha sabido hacerse un hueco en el corazoncito de los amantes de las canciones de guitarras afiladas, bases nervudas y con olfato para disfrutar de clásicos con entidad propia como Neil Young, Dream Syndicate o Sonic Youth.
De entre los componentes del grupo que grabaron este "Beet" cabe destacar la presencia en los créditos de Douglas McCombs (a las cuatro cuerdas), fundador de Tortoise y también miembro de The For Carnation, lo que da una idea de la magnitud en lo musical de este trabajo que desde ya para este blog -y por ende para Grand Prix- es un tesoro a guardar en lo más sagrado de nuestra estantería. Y hablando de estanterías, en este disco encontramos canciones que deberían estar colocadas en el mismo mueble que ordena a Yo la tengo "Bagdad's last ride", Buffalo Tom "Between here and there", los Gun Club de Fire of Love "Michael Dunne" y "Bomb the mars hotel", los Uncle Tupelo más agrestes "Teenage pin queen", el Neil Young más acerado "Road that never winds", Steve Wynn en solitario "Go (Slight return)" o en esa hipotética balda que uniría a los de Ira Kaplan con Dream Syndicate "Love to hate to love". ¡¡Sí hombre!! En la misma repisa que ordena a Husker Dü, The Replacements y La Velvet de "White Light, white heat"......
Grabado en Chicago en el mismo mes y año en que se editó el "Bleach" de Nirvana (Junio de 1989) y mezclado por el gran Lou Giordano, todo en "Beet" es disfrutable, desde las correosas guitarras a las melodías con piel de lija y corazón de almíbar. Los de Chicago nos presentan en este disco una colección de canciones más rotundas (con más brillo y matices) que las del debut de Cobain y los suyos. Ya veis, mientras unos crian fama otraos cardan la lana.
Para el que esto escribe, Eleventh Dream Day es una de las formaciones más coherentes y con más fundamento (que diría el otro) del rock visceral, pétreo y bien armado de los últimos 20 años dentro del panorama musical norteaméricano. Además cuenta con unos miembros que expanden su sabiduría como integrantes de otros grupos, como es el caso de Janet Beveridge al frente del recomendable combo de country Freakwater o Rick Rizzo y Mark Greenberg haciendo labores de intendencia en Chestnut Station y su indie pop soleado.
Para el que esto escribe, Eleventh Dream Day es una de las formaciones más coherentes y con más fundamento (que diría el otro) del rock visceral, pétreo y bien armado de los últimos 20 años dentro del panorama musical norteaméricano. Además cuenta con unos miembros que expanden su sabiduría como integrantes de otros grupos, como es el caso de Janet Beveridge al frente del recomendable combo de country Freakwater o Rick Rizzo y Mark Greenberg haciendo labores de intendencia en Chestnut Station y su indie pop soleado.
Eleventh Dream Day, toda una garantía.
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